Su sombra, esa parte oscura de su esencia, oculta, reprimida, olvidada, resignada, enjaulada, era experta en manifestarse de la peor forma posible y en el momento menos adecuado.
Pero eso ya forma parte de su pasado, tocar fondo en varias ocasiones le había mostrado el camino de su transformación. Conocer a su sombra, dialogar con ella y aceptarla, había provocado un cambio radical en su vida.
Ahora, cuando aparece un momento de enojo, de irritación, una situación tensa, un problema difícil de solventar, su sombra le ayuda a entender el porqué de sus reacciones. Y entonces aparece la calma, la aceptación plena de él mismo, su iluminación, su felicidad, y se siente liberado, ya no necesita ofrecer una imagen sesgada de si mismo, ya no quiere ser «bueno», ni situarse dentro de los dogmas sociales o familiares preestablecidos, no necesita agradar a los demás, ahora es él 100%, completo, integro, con sus dos partes..
Óscar Cebollero
