La semana pasada estuve hablando con el propietario de una empresa con un importante volumen de facturación. Hablé con él porque, por temas que no vienen a cuento, visité su sitio web para conocer detalles sobre los servicios que ofrecían, y tras echar un vistazo rápido, vi varias cosas que me sorprendieron negativamente y no quise perder la oportunidad de hacerselo ver al mismo CEO.
<
Dada la necesidad de acortar el tiempo e ir al grano, que es lo que me gusta hacer, le hice una pregunta directa <<¿por qué la sección más dinámica de su web, la que cuenta la actividad de su empresa parece haberse congelado en el tiempo?, su última noticia publicada es de hace 1 año>>, y por otra parte, le mencioné que mi intención al visitar su web era conocer sus servicios, y que al leer los textos de cada uno de ellos parecían haber salido de un generador de clichés al azar y de obviedades sin ningún tipo de atractivo.
Su respuesta fue contundente, << la verdad es que no tenía constancia de lo que me cuentas, somos una empresa con mucha actividad pero no nos habíamos planteado que no contarla sería un problema, y respecto a los textos, tendré que hablarlo con la responsable de ventas porque la web tiene 3 años y se redactaron cuando se creó>>.
No voy a desvelar como continuó la conversación (para no dar pistas a mi competencia), pero hoy estoy creando noticias para alimentar esa sección y servir de base para publicar en sus perfiles sociales, y también estoy consensuando con la responsable de ventas nuevos textos frescos y persuasivos para su sección servicios.
Por desgracia, este caso es muy común, por eso he de advertir que durante los próximos meses voy a empezar a visitar webs de diferentes empresas al azar, con el fin de comprobar si se cumplen estos 2 aspectos: 1, sección web/blog desactualizada y 2, textos de los servicios aburridos y llenos de obviedades (empresa líder, compromiso con nuestros clientes, los mejores profesionales…).
En los casos que se cumplan estos 2 aspectos, mi compromiso con la empresa será hacerselo saber al CEO, y que conozca con detalle los perjuicios (a nivel económico sobretodo) que eso le está ocasionando y, logicamente, ofrecerle mis servicios como solución.
Asi que si tu empresa cumple estos dos aspectos tan negativos, he de decirte que «te llamaré en breve».
¡Feliz día!
